El mundo nos habla de constancia y disciplina. Es completamente comprensible que esos sean principios a los cuales han vinculado el éxito en -múltiples- ámbitos de la vida; el deporte, lo académico, aspectos laborales, búsqueda y cumplimiento de metas, relaciones interpersonales, entre otros muchos. Sin embargo, se les ha olvidado bastante que para ser constante y entregado a alguna cosa, debe estar en sintonía con nosotros, es decir, tengo que "quererlo mucho" para que esa entrega, el compromiso y la constancia sea un viaje lleno de diversión y no un sacrificio a medio cumplir. Nuestro compromiso se alinea a nuestras prioridades, y nuestras prioridades pueden cambiar, pueden ser re organizadas o re consideradas, todo se vale, pero lo importante es estar conscientes de cuando debemos "tomar un tiempo fuera", para enfocarnos netamente a aquello que nos mueve el piso y que nos quita el sueño. En ocasiones iniciamos proyectos equivocados, en otras, iniciamos
Comentarios
Publicar un comentario