El mundo está en pausa

17 de noviembre 2019, (Fecha aproximada), las redes sociales anuncian un nuevo problema presentado en algún lugar de nuestro planeta: "COVID-19", su sintomatología en estudio, su origen bajo investigación y su alcance, para ese momento; un misterio. El planeta estaba por conocer al gigante silencioso que poco a poco lo iba a ir paralizando. 

Cuatro meses después, el panorama mundial cambia. Hay una increíble cantidad de personas infectadas, una lamentable cifra de fallecidos a lo largo del globo y el sentimiento de angustia, incertidumbre y temor se contagia entre personas con la misma rapidez que se propaga el famoso virus. Los impactos dejaron de ser netamente humanos y se expande a un entorno político, económico e incluso individual. Lo que hace cuatro meses hacíamos con normalidad, hoy en día está se ve lejano, se ve borroso e incluso, está prohibido. Así es: el planeta, quién en efecto se ha resistido y ha luchado con todas sus fuerzas, sucumbe un poco ante el gigante silencioso. Nos pusieron en pausa. Nos obligaron a cambiar. Algunos tuvieron tiempo de prepararse, otros sencillamente no, algunos pocos aún no lo han aceptado y otros toman sus medidas porque no tienen alternativa. 

Es bajo el escenario de tragedia que se presenta en el mundo, que poco a poco todos hemos recibido una bofetada inesperada. Desde la persona que perdió a alguien querido por culpa de esta situación hasta las personas que entendieron que "quejarse" por tener que ir a la oficina no tenía mucho sentido. 
El ser humano se mueve en sus días de forma acelerada, cargado de emociones, de estrés, de pendientes porque las 24 horas del día no son suficiente... O al menos hasta hace poco era así. Pero la circunstancia mundial, literalmente llegó a ponernos a todos en pausa. Estamos experimentando una desaceleracion significativa; en hábitos personales, en hábitos de consumo, hasta en dinámicas como la convivencia humana, y aunque esta desaceleración no es del todo positiva en todos los ámbitos, nos está dejando enseñanzas importantes que realmente me gustaría creer que nos vamos a llevar con nosotros mismos, cuando todo pase. 

No se pueden generalizar las enseñanzas que cada uno está teniendo, porque cada quien convive en un entorno con realidades y perspectivas muy distintas a la mía, a la de la persona quien tiene al lado y al resto del universo, pero definitivamente en pocos días he conseguido enumerar algunas que han tenido un impacto enorme en la perspectiva y manera de mirar ciertos aspectos en la vida:

  • La primera: vivir el aquí y el ahora. Les apuesto que muchos de ustedes no sabían que el último día que comieron palomitas de maiz en el cine, iba a ser literalemente el último en muchos o varios días. Es más, algunos hasta estaban pensando en la próxima vez que fueran al cine y qué película iban a ver. Se nos debe quitar esa "mala práctica" y empezar a vivir un poco más el hoy, el momentum, lo que está en nuestras manos.
  • La segunda: Nuestros planes pueden cambiar de la noche a la mañana. He visto personas cancelar viajes, quedarse atrapados en ciudades, tener que quedarnos en casa por días de días sin saber cuando volverá todo a "la normalidad" y si bien es cierto, son cambios que nos incomodan, nos ponen tristes o nos "arruinan" un sueño, no olvidemos que todo pasa por algo, todo pasa y al final del día, hay un aprendizaje detrás de estos cambios. Eso sí, bajo este fuerte aprendizaje tenemos que vivir un poco más bajo ese lema de "como si fuera el último día". 
  • Otra: Damos por sentado muchas cosas que son "normales, aburridas, estresantes o molestas", hoy en día he escuchado a personas que quieren manejar aunque signifique meterse en una presa de automóviles, que quieren ir a la oficina así les toque madrugar, que quisieran dar un abrazo o que extrañan poder salir a dar un paseo sin sentirse expuestos al peligro. Esta es por mucho de las lecciones que aprendimos "a la brava". Fue hasta el momento en donde no pudimos tener esa "libertad" que nos dimos cuenta lo afortunados que eramos. 
  • Otra más: En muchas ocasiones descuidamos un montón de vínculos con personas porque "no tenemos tiempo" cuando lo correcto sería decir: "no dedicamos tiempo". En este tiempo he visto amigos que re conectan entre sí aunque sea para conversar sobre lo grave que se está poniendo todo, familias completas que vuelven a convivir porque ahora comer en familia sí cabe dentro de las opciones o inclusive han tenido conversaciones con sus personas cercanas, que bajo otro contexto no hubieran tenido. Por favor, que esto de seguir conectando con nuestras personas cercanas se mantenga, incluso después de la crisis. 
  • Una última, para no hacer larga la lista: Sí hay tiempo para eso que nos gusta hacer: ejercicio, cocinar, aprender nuevas disciplinas, nuestros hobbies, nuestras personas cercanas e incluso, para nosotros mismos. He visto personas meditando, retomando rutinas de alimentación y ejercicio, haciendo rituales de amor propio, aprendiendo a tocar nuevos instrumentos, entre un sin fin de cosas que no enumero para no hacer la lista gigante, pero al final, logran sacar sus ratos para esto que tanto les gusta hacer. 

En estos días muchos hemos pasado encerrados, sin arreglar mucho, sin utilizar nuestros carros, gastar nuestro dinero o tener muchos lujos alrededor, sin embargo, creo que muchos han logrado llegar a "darse cuenta"que son realmente afortunados, con un techo, una familia, salud, trabajo, oportunidades y un poco de esperanza y tranquilidad en medio de tanta incertidumbre y tanto miedo. 
Ninguno de nosotros terminó el 2019 proyectando que en marzo del 2020 estabamos a la puerta cambios importantes y fuerte impacto, sin embargo, tampoco sabiamos que nos iba a llegar tanto aprendizaje de golpe, de forma inesperada e incluso de forma dolorosa. El COVID-19 ya hizo su parte y la seguirá haciendo, ahora queda en cada uno de nosotros hacer esa reflexión sobre "que nos deja"esta situación y aplicarla en lo que venga, de aquí en adelante. 

Siempre recuerden: La crisis es parte de la vida. Hay dos opciones, o vivirla y aprender o ver  como la vida  se va de tus manos. 

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