Antes de que conozcas a alguien...

Me puse a pensar en todo los sentimientos que generan las cosas nuevas en la vida de cada uno de nosotros. Vivir aventuras nuevas, conocer universo distintos, escuchar historias jamás contadas y un sin fin de situaciones que llegan en el momento en el que se suma cualquier personaje nuevo a la historia de nuestras vidas. Estás a la puerta de un nuevo mundo sin saber si estás por conocer a tu amigo más incondicional, a la persona que más te va a enseñar sobre la vida, sobre el dolor, sobre la traición, sin saber si te va a cambiar tu manera de ver las cosas, si va a ser tu nuevo cómplice o te va a reparar de algún daño que el pasado te haya dejado, pero no sabés si estás listo o no para cruzar esa línea que te da el pase a toda una colección de momentos que se suman a la historia que vas escribiendo.

No existe una medida de tiempo exacta ni tampoco una marca registrada que nos diga cuándo estamos preparados para -explorar- mundos nuevos, pero lo que sí está claro es que debemos tener un conocimiento bastante profundo sobre quiénes somos para poder presentarnos nosotros mismos ante esas nuevas personas que llegan a -sumar- historias a nuestras vidas. El conocimiento de quienes somos, qué queremos, que no nos gusta, que nos apasiona, cuáles son nuestros mayores miedos, nuestras más destacables fortalezas y nuestros puntos de mejora son los que nos permiten llegar a una nueva vida y decir < Esto es lo que soy, producto de una serie de batallas, triunfos y sueños que he sobrellevado a lo largo de mi vida > y nos da la oportunidad a nosotros mismos de definirnos, de poder decir < Un gusto presentarte a la persona que más quiero yo en el mundo, yo mismo > 

Y así llegarán personas que no hagan más que caminar en reversa una vez que entraron a tu mundo, porque lo que tenías para ofrecer fue bastante -aterrador- para ellos o simplemente no hubo un click con lo que ellos andaban buscando, llegarán personas que entren y no hagan más que comparar lo que sos con lo que ellos idealizan que seas, y entonces tendrás que pedirles cordialmente que abandonen, porque la seguridad de saber que -tu manera de ser- te hace único va a ser más fuerte que la idea de conservar muchas personas a tu lado y van a llegar las personas indicadas que sepan como quedarse, que entiendan como descifrar los mensajes que ni vos sabés transmitir, llegarán quienes se conviertan en tus mejores amigos, tu familia elegida que acepta y no juzga, que lucha a tu lado y siempre te extiende la mano, aunque sepa que algunas heridas de guerra te las hiciste porque vos no quisiste escucharlos, llegarán tus cómplices, con quienes vas a tener historias de lujo para contar, tus compañeros de batalla, tus personas de verdad y ahí es donde vas a entender la importancia de tener calidad en vez de cantidad y que todo esto fue gracias a que siempre pudiste reflejar lo que realmente eras, porque antes de que ellos llegaran, habías dedicado tiempo suficiente a saber quien eras vos. 

La importancia de conocernos -tan bien- , y estar dispuestos a que esto sea un aprendizaje constante, antes de abrirle la puerta a nuevas personas en nuestra vida es poder decir < Esto es quien soy hoy > y no dejar que terceros sean quienes nos definan, no dejar que quienes dicen conocernos, hagan todo un acto de presentación que no deja que la esencia y lo tangible de nosotros toque nuevas vidas y deje huellas que perduren. 

-Al final, tus personas "de verdad" van a compartir tus alegrías, entender tus frustraciones, llorar tus fracasos, silenciar a tus demonios, impulsarte con tus sueños y disfrutar de tu viaje.- 

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