Se nos va la vida, -tratando de vivir-

...Y cuando el estrés de los días nos borra de la mente el verdadero sentido de la vida? 

Los días pasan dentro de frases como "No tengo tiempo", "Necesito 48 horas en mi día para poder cumplir con todo", "no dormí lo suficiente o simplemente no tuve tiempo para devolverle la llamada". Es totalmente común entrar en un modo de vida automático en donde se acaba el tiempo para disfrutar los detalles, se vive pensando en el mañana, en el futuro o incluso en lo que ya no se hizo o llegar a extremos en donde satisfacer actividades básicas como dormir es un lujo. 

La verdadera preocupación de todos ahora es cumplir con todas las obligaciones que como "gente adulta" nos otorga la edad. Formarnos profesionalmente, construir una serie de competencias que nos den aspectos distintivos del resto de personas en el mundo y finalmente empezar a trabajar en eso que estudiamos, pero en el camino, ¿estamos realmente viviendo? 
A simple vista la respuesta que se podría dar en múltiples casos es negativa, incluso muchas veces nosotros mismos nos olvidamos de enfocarnos directamente en el momento que se vive por estar pensando que "en media hora tengo -x- actividad". Es por eso que en el momento en que vemos que el eje de nuestra vida es "vivir estresado" o -estar demasiado pendiente de las cosas que aun no tenemos-, debemos tratar de poner una pausa y preguntarnos si realmente estamos viviendo o solamente estamos viendo la vida pasar.

Al final de cuentas vamos tan ocupados en el problema que agobia nuestra mente que podemos ser groseros con personas que no lo merecen, vamos tan enfocados en agarrar en próximo bus que no observamos los gestos de los demás que pueden llegar a cambiar el ánimo de un día, al final se nos olvida que lo único que es nuestro es el hoy y el ahorita, y que el día de mañana aún es incierto, aún no lo tenemos en nuestras manos y estamos tratando de solucionar problemas que están solamente en nuestra mente, porque sí, pensamos en solucionar cosas que aún no tenemos seguras. 

Es muy necesario formar ese hábito de meditar un momento y preguntarse si realmente se está viviendo o solo se deja la vida pasar mientras se está demasiado ocupado tratando de vivir situaciones que no han llegado o que no son nuestras. Sacar el tiempo para un café, una conversación en un bus, una sonrisa a una persona cercana o un abrazo a un persona que lo necesita. Sacar un rato para escuchar a una persona que busca nuestra ayuda, o simplemente desconectarse de la rutina. Evitar un poco el cansancio que nos aleja de vivir lo que realmente importa -el presente- y enfocarse solamente en ese pensamiento, en donde sepamos que fijar un norte y una meta es importante pero logremos vivir, aprender y disfrutar a lo largo del camino y no simplemente dejemos la vida pasar como si tuviésemos la oportunidad de devolver el tiempo. 

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