La mentira duele -para toda la vida.-



¿Se han llegado a imaginar un mundo donde -todos- se manejen con la verdad? ¿Puede caber en sus cabezas la idea de que la transparencia sea la base de las relaciones? Creo que todos hemos soñado alguna vez con esa utopía de vivir en un mundo donde la mentira no existe, sin embargo, este deseo queda simplemente plasmado en frases como "yo odio que me mientan" o "yo nunca perdonaría una mentira" y en varias ocasiones hasta somos participes de ese juego en el cual la verdad es maquillada con el fin de no hacer "el problema más grande". 

Ya el mundo está lo suficientemente mal entre tanto problema que existe, sea una enfermedad, sea la sociedad y sus mil defectos, sea lo que sea como para que las personas quieran, por puro gusto, sumarse a esta lista de males. La verdad, no encuentro justificación suficiente o "de peso" para aquellas personas que adoptaron la mentira como parte de su cotidianidad. La verdad, me parece inútil el esfuerzo de adoptar posturas falsas con el fin de provocar sonrisas FALSAS, al final lo grato de crear una sonrisa recae en el hecho de que sea cálida y sincera y no tener que cargar con la culpa de haber creado ilusiones o tranquilidad a base de cosas que no existen. 

Desgraciadamente la sociedad ha tachado a los sinceros como personas malas, porque dicen lo que piensan, sin importar o a pesar de, tener que herir los sentimientos de alguien, abrirle los ojos a otra persona o simplemente ubicar a más de uno que se encuentra definitivamente salido de órbita... Al final estas personas sinceras son las que debería de poblar el mundo. Sí, decir una verdad no tiene que implicar tratar mal a las personas, pero el mundo necesita personas que hablen de frente, "sin pelos en la lengua" como dicen popularmente en esta zona. Al final las personas que hablan sin tratar de disfrazar las cosas, las personas que logran conversar con un poco de diplomacia pero siempre con la verdad, son las que deberían ser reconocidas en el mundo. El mundo necesita entender que una mentira NUNCA va a solucionar el problema, sino que lo hará más grande, al final el resentimiento no va a ser por haberse equivocado, sino por haber disfrazado las cosas detrás de palabras bonitas y verdades inexistentes.

Al final de cuentas, la utopía de vivir entre -sinceros- seguirá creciendo, pero ya está en manos nuestras decidir que tan lleno de mentiras va a estar nuestro círculo social o que tan sanas pueden ser las relaciones interpersonales que entablamos. A mí, a usted, a todos nos han mentido y se sabe que el sentimiento de decepción que queda después no es el más bonito, se sabe que -al mentiroso- nunca se le vuelve a mirar con los mismos ojos y sabemos que de ahí en adelante la historia de esa conexión entre personas va a cambiar. Gánese su propio respeto y hable con la verdad de frente siempre, sea transparente a la hora de establecer relaciones con los demás, no tenga miedo de tener enemigos que al final esas personas que queden con usted serán las que aceptaron un acuerdo de honestidad recíproco que va a darle solidez tanto a su relación como a su vida. 



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