Que el motivo sea sentirse vivo



El ser humano -por defecto- al encontrar bienestar y comodidad en su zona de confort decide comenzar a vivir ahí, dentro del perímetro en el cual encuentra "todo lo que necesita" y tiene todo lo que alguna vez logró conseguir y es en este punto en donde se vuelve parte del proceso rutinario y monótono de sus días, el cual muchas veces hasta llega a repudiar por causa de que no se siente lo suficientemente vivo dentro de él. 

El ser humano -por defecto- se deja influenciar por el miedo hacia los nuevos panoramas y las nuevas oportunidades que surgen en su vida, todo porque esto se traduce en comenzar a dar pasos un tanto diferentes a los que se dan constantemente. Sí, en otras palabras, el vivir cosas nuevas nos -obliga- a salir de una zona en la cual nos encontramos relativamente "bien", y nos hace ignorar el hecho de que tomando nuevos caminos, cabría la posibilidad de vivir un poco mejor de como estamos o bueno... simplemente vivir. 

El ser humano en mayoría -por defecto- necesita de motivos lo suficientemente grandes para atreverse a tomar riesgos y vivir cosas nuevas. La oportunidad de ganar mucho dinero, por ejemplo, es la única razón  por la que muchas personas se atreverían a dejarlo todo e irse a un lugar distinto, o la oportunidad de un premio en reconocimiento sería lo único que haga que una persona comparta con alguien más una buena idea de superación personal o laboral. Como es costumbre, solo cuando el intercambio implica recibir una buena dosis de "materialismo" es cuando muchas personas se atreven a tomar rutas nuevas y mejorar un poco su destino. 

Desgraciadamente, el miedo gobierna la razón de muchas personas y el simple hecho de "arriesgar" para sentirse vivo no es ni siquiera opción en sus vidas. No conocen a personas nuevas porque la verdad con las que tienen "les basta", no intentan crecer a nivel profesional porque la verdad con lo que ganan "viven bien", no intentan ayudar a los demás porque la verdad cuando ayudan "nadie les agradece". No abren su corazón a nuevas experiencias porque la verdad "haber sufrido una vez fue suficiente". En conclusión, las personas dejaron de arriesgar porque el miedo y la comodidad en lo que ya se tiene es suficiente para vivir.

Queda evidenciado que las personas necesitan ser un poco más arriesgadas...¿A qué? A regalar sonrisas sin importar que no se las devuelvan, a escuchar a quien lo necesite sin importar si ellos te escucharán de vuelta, a regalar consejos sin importar si serán tomados en cuenta. Sí, se necesitan personas que sean capaces de dar un abrazo sin recibir la misma calidez en el que viene, que sean capaces de decir el primer "te quiero" o dar el primer beso. Se necesitan personas que vean las oportunidades de desarrollo como la herramienta para la superación personal, que encuentren diversión en tomar un bus que los lleve a un lugar que no planeaban visitar ese día. Se necesitan personas que compartan sus talentos, sin importar las críticas que se reciban, personas que sientan y sean capaces de compartir esos sentimientos, personas que rían hasta llorar o que lloren hasta que encuentren algo/alguien que les devuelva la sonrisa. Personas que disfruten ayudar a los demás por el hecho simple de saber que el receptor de la acción se encuentra bien. Personas que estén dispuestas a tomar rutas nuevas, llenas de caras desconocidas y sean capaces de abrirle sus vidas a ellos. 

En efecto, el mundo necesita más personas que -SE ATREVAN- a arriesgar con el único y sencillo fin de sentirse -VIVOS-.



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