Un equilibrio deseado.

Esperar, sostener, luchar, para lograr el equilibrio deseado

Tal como jugar a brincar la cuerda pero que no exista una de las personas encargadas de sostener uno de los extremos. Tal como subirse a un sube y baja con uno de los asientos vacíos. Se proyecta imposible ¿o no? Quizá no imposible de que ocurra, pero si imposible de que funcione, es así, sencillamente como funciona con las relaciones interpersonales. Se necesita el trabajo de dos personas juntas tratando de alcanzar el perfecto equilibrio, o solamente el equilibrio. Tal cual imaginarse una cuerda floja que se suelta de uno de los extremos, así funciona con todo lo que está sobre una relación dentro de la cual una de las partes decide delegar su peso en el otro lado, se va al piso, se cae. 
Las relaciones son un intercambio meramente recíproco, en donde uno da una cosa para recibir lo mismo, o quizá otra cosa que lo complemente, pero son pocos los registros en la historia de personas que dan para quedarse con las manos vacías, no por egoísmo, sino por el deseo simple y la necesidad de ser completados que manejan los seres humanos. Nada es más gratificante que una señal de agradecimiento por lo que hemos dado y no hay mejor manera de recibirla con acciones que lo demuestren. 
La vida necesita que usted se suba al sube y baja con una persona que esté dispuesta a subirse al mismo tiempo que usted y lograr el balance, no necesariamente que mientras uno esté arriba, el otro esté abajo, sino que se logre un perfecto equilibrio para que funcione. Si sube de golpe el otro baja de golpe y viceversa, y no es esa la manera en la cual deberían funcionar.
Las relaciones por su naturaleza, pueden ser comparadas con la simple acción de sostener una cuerda y lograr tenerla de manera horizontal, suspendida en el aire, en línea recta, con ángulos perfectos. ES NECESARIA la presencia de dos personas sosteniendo la cuerda, metiendo en ella la tensión requerida, sosteniendo el tiempo que sea necesario. Al primer intento de soltarla en alguno de los extremos, se irá al suelo aquello que juntos se ha logrado. Cuando alguno de los dos decida dejar de sostenerla el objetivo se habrá perdido. Así funcionan las relaciones, cuando la entrega, la energía por luchar y las proyecciones se han perdido (ya sea por una parte o ambas), pasará lo que pasa cuando se suelta una cuerda en un extremo, simplemente se cae. 

Es por eso que hay que poner un alto en la "lucha" y observar si la carga está completamente en nuestro lado, o hay un 50-50 o dejamos la carga del lado del otro. Delegar en una persona sola que logre el equilibrio deseado simplemente no podrá ser visto. Una persona se cansa, de esperar el tiempo que ocupa, de sostener y ver que no hay aporte de nadie más y de luchar por un equilibrio que no va a lograr. Las relaciones, al igual que sostener la cuerda, o los sube y baja fueron hechos para dos. Procure entonces tomar en cuenta que "depositar" todo el esfuerzo en una persona no deja nada provechoso para ninguno de los dos. Recuerde, el equilibrio perfecto se logra cuando dos partes deciden aportar igual o complementar lo que al otro le hace falta. 

Comentarios

  1. Excelente entrada. Y por ello es preciso hacer balanzas en la vida.

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  2. Buenísimo! Lo decís muy bien, todo va bien en equilibrio :)

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