Más allá del egoísmo...

  ¡Desde adentro podremos proyectar aquello que queremos recibir!

Se nos vende la idea de que el egoísmo y pensar solo en nosotros está mal, pero a su vez son pocos los que se disponen realmente a sacrificarse por ver bien a quién tienen a la par. La realidad es que el término egoísmo se aleja enormemente de otro que es de gran importancia y además debería ser parte de nuestro diario vocabulario: El respeto y el amor propio. 


La realidad es que la sociedad se encarga de hacerle saber a usted que si usted solo piensa en usted está haciendo mal, y claro, un principio de egocentrismo no le es bueno a nadie, pero son pocos los que dentro de la misma sociedad detienen el mundo en el que viven al ver que usted se siente mal o necesita de alguien. ¿Qué es lo que pasa? Que no se sabe diferencia a la persona egoísta de la persona que sabe lo que merece y que se sabe dar su lugar. 
Por supuesto que el pensar solo en uno, el omitir los momentos en los que se puede ayudar a los demás y el creerse incluso superior que los de al lado está mal, pero una cosa es actuar de esta manera y otra MUY distinta es ser la "alfombra" que muchos pisan mientras recorren el camino. 


La verdad de los tiempos modernos cae en que nadie nos va a poder querer si nosotros mismos no empezamos por hacerlo. La realidad está en que si no existen límites o nosotros no dejamos en claro que situaciones son de nuestro agrado y cuales no, los demás abusan de este "beneficio". La verdad de los tiempos modernos cae en que, ¡SI VOS NO TE RESPETÁS, NADIE LO HARÁ POR VOS!... Las cosas ahora se DEBEN jugar dejando las reglas del juego claras desde el principio pues así después no hay "chance" de que te pasen por encima. No es ser egoísta o ser "agrandado" señores, es tenerse un poquito de cariño propio, que es lo mínimo que se puede tener. 

Recuerde, la próxima vez que sienta que no se respeta como quiere que lo respeten, que alguien hace con usted cosas que lo molestan o le quitan la paz, la próxima vez que sienta que está siendo sub-valorado. Tome cinco minutos y recapacite, ordene sus ideas un segundo y pregúntese si es suficiente ese cariño y respeto que usted está recibiendo y si la respuesta es negativa, pregúntese también si es suficiente el cariño y respeto que USTED se está dando para con usted. 
No se trata de ser agrandado, ni se trata de ser arrogante o invivible. Se trata de recordar que usted es alguien en el mundo, que USTED (sí usted, el que amablemente me lee) vale mucho para muchas personas como para que unas cuantas no le den su lugar. USTED merece ser respetado y sentirse querido y todo primer paso empieza por uno mismo.
  ¡Desde adentro podremos proyectar aquello que queremos recibir!

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