Errores que nos hacen crecer

Aprender, reconocer, aceptar y continuar...

¿Cuántos errores se nos han venido encima a causa de un momento de inmadurez de nuestra vida?
Bueno, nadie está exento de equivocarse, de hecho es de las cosas más naturales que ocurren a lo largo de la vida, y por su naturaleza es imposible evitarlos. Errores, la herramienta más simple y más dura para aprender, una forma cruel y directa o muchas veces sutil e indirecta de aprender lo que ocupamos para continuar a lo largo de la vida, de llevarnos los golpes necesarios para entender que es lo que necesitamos saber para seguir nuestro camino. Muchas veces por culpa de estos mismos errores nos cerramos puertas que no era necesario cerrar, tachamos a personas de nuestras vidas y quizás dejamos dentro a otras que no merecen estar. Cuantas palabras dichas de la manera equivocada han sido uno de los errores más grandes que hemos hecho. Cuantas amistades hemos borrado por malos entendidos ¡tremendo error!. Cuantos amores han sido tachados como "error" por haber dado más de la cuenta, esperado más de la cuenta, simplemente amado más de la cuenta. Cuantas veces JUZGAMOS y es este uno de los mayores errores que cometemos por el simple hecho de no darnos esa oportunidad de conocer a alguien más a fondo, de darnos cuenta lo que realmente es, nos limitamos muchas veces a juzgar por cosas del pasado sin tomar en cuenta ese dicho de "recuerda que la moneda tiene dos caras", qué difícil es dejar de verle el lado negativo a las cosas ¿No?
Algunos errores nos cuestan caro, otros no causan mayor efecto a nuestra vida, pero todos  simplemente nos enseñan lo que realmente ocupamos saber. Hay errores que nos hacen terminar con relaciones que han sido parte de nuestra vida por años, errores al tomar una decisión, caídas y tropiezos a causa de los mismos, pero al fin y al cabo estas cosas nos hacen madurar un poco, conocer realmente que es lo que NO debemos volver a hacer y seguir adelante.
La vida muchas veces nos da la oportunidad de arreglar lo que hacemos mal, otras veces es demasiado tarde para disculparse o para darnos cuenta que realmente hemos hecho las cosas mal.
El punto importante es aprender, como humanos hemos de fallar a lo largo de nuestra vida, es algo meramente inevitable, pero se debe aprender, reconocer, aceptar y continuar. Muchas veces hay tiempo de pedir una disculpa, reconocer con HUMILDAD que hemos fallado y si es demasiado tarde, aceptar el error y aprender de este para no volver a cometerlo. En ambas situaciones queda solamente continuar, con la certeza de que hemos madurado gracias a este tropiezo, que fallar nos ha hecho crecer y que posiblemente mañana seamos capaces de hacer un poco mejor las cosas.