Te abraza, para así clavar el puñal.

"Las peores puñaladas suelen venir de las personas que menos esperamos"
El que no sea víctima de una traición, déjeme decirle, ha logrado seleccionar bien a las personas que lo rodean. 
La vida te da tantas vueltas raras que hoy estás en la cima, todo tu círculo de amigos o allegados es tan perfecto y al día siguiente, estás al borde de quedarte solo. ¿Quiénes son los culpables, ellos o nosotros?. No es tan simple como indicar a la bruja o el héroe de un cuento, porque no funciona así, no hay culpables o más bien todos lo son. 

Empecemos por la otra persona... Cuando cualquier tipo de relación comienza, como bien se sabe todo debe ser recíproco, y por supuesto una buena relación debe tener buenas bases, estas son llamadas "confianza" y "comunicación". Los problemas empiezan a surgir en el momento en que esas bases empiezan a desgastarse, perder fuerza y finalmente se comienzan a destruir, las cosas empiezan a molestar y la confianza en la otra persona se pierde, se nos mete "entre ceja y ceja" y en vez de tratar de arreglar las cosas cae el GRAVE error de fallar la comunicación y se vuelve la otra persona la "comidilla" del mismo. 
Empiezan las traiciones, hablar de esa persona con los demás cercanos y por supuesto ese "no le digas a nadie" que NUNCA se cumple. Las cosas SIEMPRE salen a la luz, por una y otra razón entre el cielo y la tierra NO hay nada oculto. La persona se equivoca, quizá porque el amigo lo hizo sentir mal en algún momento pero nunca tuvo la decencia de decir las cosas como eran, siempre se llenaron de adornos que en vez de arreglar las cosas las hundían. Perfecto la amistad ya no puede ser llamada así, y simplemente se da una relación común y corriente si no es que pasa a ser una triste y dolorosa enemistad. 

Ahora sí a hablar de uno mismo, uno no es perfecto, por supuesto en algún momento uno se va a equivocar y la persona saldrá lastimada, pero muchas veces sé que suele ser uno también el que toma la iniciativa de arreglar las cosas. ¿Dónde caemos nosotros? Caemos exactamente en el momento en el que confiamos ciegamente en alguien y lo digo yo, que he sufrido traiciones de muchas de las personas más importantes en mi vida, y sigo confiando en los que me quedan, PONIENDO LAS MANOS AL FUEGO por alguien que al fin y al cabo me demuestra que no lo merece. Es acá donde nos abren los ojos (de la peor forma) y por supuesto nos damos cuenta que vivíamos apegados a un simple espejismo.
¿A dónde quiero llegar? A que en la vida hasta los mejores fallan, y a lo largo del camino tenemos que COMPRENDER que no se puede confiar 100% en alguien simplemente por el hecho de que el "margen de error" siempre existe, y las personas CAMBIAN de una manera completamente inexplicable.

No hay que dejar de conocer gente ni tener amigos, pero sí hay que ser cuidadosos con la manera en la cual nos entregamos a ellos, porque una cosa es un error que se pueda cometer y perdonar, otra muy diferentes es una traición. Lo que pasa es que las personas no nos pueden pasar por encima, y bueno, antes que todo está el amor propio y cómo seguir con alguien que sabes en cualquier momento te dejará con 3 puñaladas simplemente porque se le antoja. No, simplemente no puede ser así, ¿para qué darse mala vida si quizá uno puede ser feliz en otro lado?

La realidad de la vida es esa, las cosas pasan y no sirven más que para ubicarnos y enseñarnos a ser cuidadosos a la hora de elegir a las personas que ponemos a nuestro alrededor, no solo un amigo, una pareja, un colega... No sabemos quienes pueden estar a nuestro lado fingiendo con ese "estaré siempre para ti", y a la hora de la verdad no hacen más que dejarnos morir solos si no fue que ellos mismos nos pegaron la bala final que nos mató. 

Ojo, no todo lo que brilla es oro y así como hay personas extremadamente valiosas, hay personas que se esconden detrás de máscaras o crean espejismos que lo que buscan es dañarnos. No desperdiciemos tiempo con alguien, mientras podríamos estar con otras personas haciendo que el tiempo no se sienta. 
Ah... Y finalmente, mucho ojo con las personas que nos quedan pueden jurar "una perfecta y verdadera amistad" y a la hora de la hora los caminos se separan y la vida sigue, después de 20 años ese "real amigo" no es más que un  nombre en la mente. 
No, las relaciones ya no se miden por el tiempo que lleven, sino por la cantidad de momentos y la manera en la cual SE DEMUESTRE con hecho que esa relación vale la pena conservarla. 


"Ten cuidado con algunas personas. Hoy te abrazan, mañana te empujan".

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