A romper ataduras...

El discípulo y su maestro- Las ataduras de nuestra vida.


-El discípulo contesta: -Mi desesperación aumenta con el paso de los días, me siento encadenado, me siento atado a personas o cosas que no me dejan ser una persona libre. Siento que no puedo ser "yo" sin tener algo que me moleste cada vez que lo intento.
-Sorprendido el maestro busca la mirada de su alumno y le dice: -Mira compañero, en la vida las ataduras son producto de nuestros mismos actos y elecciones. Una vida en la cuál la sabiduría y la paciencia predomina será una vida con escasas o incluso nulas ataduras. 
-El discípulo se preocupa y con voz agitada pregunta: ¿Una mala elección me tendrá atado de por vida? 
-El maestro ríe, y con una voz pasiva que trasmitía tranquilidad le indica: -No necesariamente hijo mío. La mayoría de las elecciones de nuestra vida traerán ataduras temporales, las vivirás por un tiempo pero después te irás liberando de ellas y es ahí donde aprenderás a no volver a ser víctima de ellas. Eso sí, ten mucho cuidado, que sí existen elecciones que te podrían dejar una marca imposible de borrar.
-El alumno en silencio medita.
-Su maestro se acerca de nuevo hacia él y con voz firme le dice: - La sabiduría será parte de ti con el paso de los años, y a medida que creces irás descubriendo que ocupas caer muchas veces en trampas que te amarren por un tiempo para aprender la lección y por supuesto volverte un poco más sabio. Cuando digo que las ataduras son producto de nosotros mismos es que muchas veces nosotros elegimos a personas, ideas, sentimientos que nos dejan atados no solo con un factor externo sino con nosotros mismos. 
-¿Ideas, personas, sentimientos?- pregunta el alumno.
-Si amigo. ¿Cuántas veces perdiste la batalla por culpa de un "No puedo"? ¿Cuántas veces no dejabas ir a una persona por miedo a la soledad? ¿Cuántas veces fuiste esclavo de tus complejos, tus pensamientos tormentosos? Responde a solas pues no es de mi mayor ocupación. Yo solo quiero hacerte ver que en la vida las ataduras no te las ponen, sino que tú te las pones. Los pensamientos y los sentimientos son factores que no te dejan ser libre, te dominan, te hacen esclavo del ideal erróneo por un largo tiempo, tiempo que será desaprovechado de tu vida. Una vida con ataduras es una vida desperdiciada.
Las personas hijo mío, la persona que te ata será de la que más quieras huir en determinado momento. Las ataduras con las que podemos vivir son las que nosotros mismos soportamos, las que nosotros mismos nos ponemos pues podemos cargar con la responsabilidad de lo que vendrá. No dejes que una persona te amarre a ellos y te haga esclavo de tus ideas, te robe tu felicidad o tus sueños, te impida llegar a tus metas. Usa tu inteligencia para elegir a quién quieres adherirte con cadenas y de quién prefieres huir. No vaya a ser que cuando estés ahí sin escapatoria te des cuenta de que la elección no fue la debida.
El alumno pleno sabe que las palabras de su maestro lo guiarán a ser una persona sabia, cuidadosa y sobre todo LIBRE.

Recuerden, las ataduras las elegimos nosotros. No seamos esclavos de algo por una mala elección. Las ataduras nos pesarán toda la vida aún así logremos huir de ellas, como lo dijo el maestro anteriormente, el tiempo que permanecemos siendo esclavos de cualquier cosa será tiempo desaprovechado. Vive tu vida con locura pero a la vez debes ser sabio para así saber que te conviene y que no. Ponte las amarras que puedas soportar. Como todo en la vida ningún extremo es bueno -Ni muy libre, ni tampoco asfixiado-... 
Pero nunca olvides que realmente eres tú el dueño de la llave que abrirá o cerrará las cadenas que desees poner en tu vida. 

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